El grito en el cielo puse un sencillo amanecer, pues mi cuerpo estaba cubierto de pergaminos sin leer. Al despertar estos manuscritos encontré, su rúbrica delataba su proceder, siendo la caligrafía de mi poder. Expresaban toda una vida de sueños, experiencias, pensamientos y lo más importante lo que quedaba por vivir. He tapizado mi cuarto con las letras que aquel día escribí. Para no olvidar los objetivos, ni los sueños por vivir.

lunes, 31 de octubre de 2011

NO HAY CIRCO SIN ENANO

Se está preparando la carpa del circo. Todo está en proceso para el gran espectáculo, pero a última hora varios artistas del circo se han puesto enfermos. Han debido comer algo en mal estado y se encuentran indispuestos. Después de visitarlos el médico observan que ha sido un virus el causante de su decaimiento, pero necesitan realizar el espectáculo de cualquier manera. Precisan artistas para rellenar la gran función y el director del circo decide hacer un pequeño casting. Mientras tanto, los operarios montan las gradas, para terminar de arreglar todo el circo.
En el centro del escenario hay una silla y una mesa plegable , unos metros más adelante  un micrófono.
(Entra en escena el director, es un señor de apariencia seria con un pequeñísimo bigote, tiene el pelo negro y largo recogido con una trenza, además lleva una gorra, porque está empezando a quedarse calvo. Lleva pantalón de rallas naranja y azul, y una camiseta amarilla y verde también de rallas, la gorra es verde y las zapatillas azules. Se dirige hasta la silla y se sienta.)
-Director: Salid todos, díganle que vallan entrando, pero de uno, en uno ( los operarios salen de escena, y entra en escena la 1ª participante. Es una niña de doce años, lleva un bonito vestido amarillo, tiene el pelo pelirrojo y rizado, es muy blanquita y tiene unas pecas muy graciosas que decoran una cara angelical, trae en los brazos un gato blanco y un violín.)
-Director: Buenos días pequeña, ponte al lado del micrófono, y adáptalo si no te llega. Por cierto, ¿ Tus padres saben que estás aquí?
-La niña Azucena: Buenos días señor. Me llamo Azucena, tengo doce años y he entrado sola, pero mi padre está fuera. ¿Quiere que le haga pasar?
-Director: Llámalo que vengan un momento, al ser menor tengo que comprobar que tus padres te dan permiso, no quiero problemas.
(Sale la niña de escena y entra con su padre)
-La niña Azucena: Señor, este es mi padre, puede preguntarle, verá usted que si me deja, y no hay problema para hacer la prueba.
-Director: ¿Usted es el padre de la niña? Ella ha entrado sola, y, yo no puedo hacerle la prueba si usted no da el consentimiento.
-El Papá de la niña: Estamos conforme a que la niña haga la prueba, la he traído, aunque tenía colegio, porque ella quiere dedicarse al mundo del espectáculo, y ya sabe, que hay niños a los que no se les puede quitar algunas ideas. Si a ella le gusta esto, porque no apoyarla. Tenemos un acuerdo, mientras que ella saque bien las notas, no hay problema, nosotros la llevaremos donde haga falta. Como este trabajo es solo para un fin de semana, hemos aceptado que viniese a la prueba.
-Director: Pues, si es así, no hay problema. ¿Puede usted salir, y dejarme con la niña a solas? Quiero comenzar con la prueba que hay gente esperando.
(Sale de escena el padre de la niña)
-Director: Azucena, así te llamabas ¿no? ( la niña asienta con la cabeza) vamos a empezar, dime que sabes hacer, y que experiencia tienes, aunque supongo que no es la primera vez que te presentas a una prueba.
-La niña Azucena: Me he presentado a varios casting, para anuncios de la tele y con seis años hice un anuncio de muñecas. Como le ha dicho mi padre, me gustaría ser actriz, modelo, azafata de vuelo…
-Director: ¿Qué tiene que ver ser azafata de vuelo con el mundo del espectáculo? ¿O te vas a preparar una profesión como esa, e intentar ser artista?
-La niña Azucena: Esa es mi intención, aunque, yo, quiero ser artista, y ya está, la relación está en que tanto en una profesión como en otra, puedes volar alto y estrellarte en el momento menos esperado. 
-Director: Para tu corta edad, creo que te has dado cuenta los difícil que es el mundo del artista. Bueno, que sabes hacer, ¿Para qué traes ese gato?
-La niña Azucena: Se llama Col y en éste caso va a ser mi ayudante.
(La niña, suelta el gato en el suelo, éste lleva chaquetilla y una pequeña pajarita. Se posiciona con su violín y comienza la música, una melodía suave, cuando lleva unos acordes, el gato, empieza a maullar a compas con la música que tocaba la niña. De pronto, un silencio, el gato se calla, y vuelve a empezar la música suave hasta alcanzar la nota más estridente, el gato, la sigue a compas, hasta terminar la actuación.)
-La niña Azucena: Ya he terminado ¿Qué le ha parecido? ¿Le ha gustado?
-Director: No ha estado mal, es la primera vez que veo un concierto de un gato acompañado de un violín. Tengo que tomar una decisión, y os la haré saber cuando termine con todos los participantes, pero creo que tienes un gran talento con el violín, no lo descuides, y toma clases, que como violinista tienes un gran futuro.
-La niña Azucena: Gracias por su consejo, señor. Estaré fuera esperando con mi padre a que usted nos de su contestación.
(La niña Azucena sale de escena. Entra a escena los 2º participante, una mujer con un aspecto un tanto peculiar. Lleva un mono, el cuerpo es a rallas negras y blancas, y las mangas, a lunares negros con fondo blanco, el pelo lo lleva recogido con una flor roja y las alhajas son rojas también. En los pies lleva grilletes, y en la mano una radio. La acompaña un señor con barba vestido de policía)
-Director: Buenos días, acérquense al micrófono, preséntense y explíquenme entre otras cosas que significa su vestuario, me muero de curiosidad por saber con qué me van a sorprender.
-Prisionera Coplera: Hola, me llamo Merche y soy pedagoga, he trabajado como cuidadora infantil y de niñera, me gustan los niños y he decidido presentarme. ¡A ver si le gusta lo que vamos hacer!
-Policía: Hola, yo me llamo Sebastián y soy su novio, soy electricista, pero sirvo lo mismo para un roto que para un descosido, venimos para actuar juntos. Los trajes nos lo ha hecho mi abuela que es costurera y su interpretación, si me permite la podrá deducir con nuestra actuación, aunque nos falta el decorado que no lo hemos podido traer.
-Director: Bien, pues si eso es todo, pueden comenzar.
(La joven enciende la radio y empieza a sonar una musiquilla coplera,  se posiciona con los brazos en jarra, el joven se sitúa con los brazos cruzados de espalda a ella)
-Prisionera Coplera: ¡Niño, que guapo que eres! ¡Modelo, figura, ole tu madre y ole tu!
-Policía: Silencio prisionera. No me distraiga que estoy haciendo guardia.
-Prisionera Coplera: No seas así, esaborío, y déjame salir que tengo que llamar a mi madre.
-Policía: Mi compañero ya te dejó hacer tu llamada, no molestes y cállate.
-Prisionera Coplera: Solo una llamada, que tengo a mi madre sola y desamparada, no tienes corazón, hijo mío.
-Policía: Esta bien, pero solo una llamada, y cuidadito con lo que vas hacer, que te tengo vigilada.
-Prisionera Coplera: Gracias, señor muchas gracias, por quererme asistir. Usted es un buen hombre.
(El joven hace como que abre las rejas de la cárcel y la joven se acerca a él)
-Policía: La acompañare para que haga su llamada, y enseguida de vuelta a su celda.
(Van caminando uno al lado del otro. De pronto ,ella se gira y le da a él una patada, en esto que sale corriendo y mientras corría cantaba.) 
-Prisionera Coplera: ¡Cautiva, niño cautiva, cautiva, cautiva por tu querer. ahora que me he escapado, ahora, ahora, no he de volver. Cautiva, niño cautiva, cautiva, cautiva ya no estaré, porque esta noche con mis coplilla, esta noche, yo me escapeé  …!
(El joven corre tras ella y canta también. )
-Policía: Que la detengan. Mujer perturbadora, jocosa, malvada y engañosa. Que la detengan, que la detengan, que se me está escapando, y no la puedo capturar….
-Prisionera Coplera: Tres, tres. Tres, tres. Con ésta, tres veces yo me escapé. Maldito carné yo no vuelvo una cuarta, aunque tenga que correr.
-Policía: Ya te pillaré yo, que sé el coche que tienes, ladrona, ladrona de mi corazón.
-Prisionera Coplera: Ja, Ja, Ja, no me pillaras, porque nuestra veredita verde criará hierba infinita, no me cruzare contigo ni para buscar tu cara bonita.
(El joven deja de correr, mientras la joven se escapa y termina la musiquilla)
-Director: Si ya habéis terminado, salid fuera y avisad que pase el siguiente. Cuando termine con todos, os daré una respuesta.
(Entra en escena el 3º participante, su indumentaria en toda regla es de hechicero, porque lleva una sotana y como una especie de capa , larga y negra, una peluca larga y verde, con un gorro puntiagudo. La cara pintada muy blanca y con ojeras.)
-Director: Buenos días, acérquese al micrófono y preséntese.
-Hechicero: Buenos días, me llamo Germán, soy informático en paro y vengo a probar suerte. En mi tiempo libre, que ahora es casi todo el día, me gusta practicar trucos de magia, y para ser un mago algo original me he disfrazado de hechicero.  
-Director: La verdad que ya tengo un mago, pero puedes hacer la prueba, si me gusta tu actuación, le puedo dar unos días libres a él. Lo podría sustituir solo por unos días, lleva muchos años trabajando para mí y además es de la familia.
-Hechicero: Si usted no tiene problema, me gustaría hacer la prueba, aunque ya tenga mago. Quiero que me dé su opinión, sobre mi actuación, independientemente si me contrata o no.
-Director: Vale, puedes comenzar cuando quieras.
-Hechicero: Primero voy a empezar con un juego de cartas.
(El hechicero saca una baraja del bolsillo y empieza a pasar las cartas para enseñárselas al Director, después  la divide en dos mitades. )
-Hechicero: Elige un montón.
-Director: El de la derecha.
(El hechicero coge el montón de la derecha y lo abre en abanico.)
-Hechicero: Escoge una carta, recuérdala y métela en el montón de la izquierda. Luego mézclalas en tu espalda.
(El Director hace todo lo que le dice el Hechicero, y luego le da el montón que él tiene. El Hechicero empieza a pasar cartas)
-Hechicero: ¿Es esta la carta que usted había escogido?
-El Director: Sí, es esa, el As de Corazones.
-Hechicero: Voy con el segundo truco, para el que voy a usar un dedal y un pañuelo.
(El Hechicero saca del bolsillo un dedal y un pañuelo. Luego coloca el dedal en el dedo índice de la mano izquierda, despliega el pañuelo colocándolo sobre su mano. Después levanta el pañuelo, para enseñar el dedal que sigue en el dedo índice. Lo cubre de nuevo, y cuando levanta otra vez el pañuelo, el dedal a desaparecido. Apareciendo en la mano derecha.)

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