El grito en el cielo puse un sencillo amanecer, pues mi cuerpo estaba cubierto de pergaminos sin leer. Al despertar estos manuscritos encontré, su rúbrica delataba su proceder, siendo la caligrafía de mi poder. Expresaban toda una vida de sueños, experiencias, pensamientos y lo más importante lo que quedaba por vivir. He tapizado mi cuarto con las letras que aquel día escribí. Para no olvidar los objetivos, ni los sueños por vivir.

lunes, 31 de octubre de 2011

-Hechicero: Ahora, voy con el tercer truco, para el que voy a usar un sobre y un cromo.
(El Hechicero saca del bolsillo un sobre y se lo muestra al Director para que vea que no hay nada en su interior. A continuación lo atraviesa con una aguja que lleva enhebrada un hilo, después introduce un cromo en el sobre y lo cierra pegando la solapa. Entrega los extremos del hilo al Director. Hace unos pases mágicos y abre el sobre por uno de los lados estrechos. Introduce los dedos para sacar el cromo, y se lo muestra al Director para que vea que el cromo está atravesado por el hilo y que el sobre está vacío.)
-Director: Enhorabuena, me has sorprendido con este tercer truco, es el que más me ha gustado.
-Hechicero: Espere, no me despida todavía que no he terminado. Me queda un cuarto truco. Para el que voy a utilizar el sombrero que llevo puesto y una barita mágica.
(El Hechicero se quita el sombrero y saca una barita del bolsillo, luego enseña el interior del sombrero al Director para que vea que no hay nada en su interior. Después agita la barita mágica y da un toque al sobrero, mete la mano en el sombrero y saca una flor blanca, que cuando la sacude se convierte en una paloma de ese mismo color.)
-Hechicero: Ahora, si he terminado, ¿Qué le ha parecido?¿Me da su veredicto?
-Director: La verdad que me ha gustado mucho, tienes futuro en la magia, no dejes de practicar y aprender nuevos trucos. Mi decisión te la daré al final cuando se la dé a los demás, aunque seguramente te voy a contratar para que sustituyas al mago que tengo. Ahora salte fuera y avisa que pase el siguiente.
-Hechicero: Vale, esperaré fuera.
(El Hechicero, se coge la capa que lleva puesta y cuando se va a cubrir con ella aparece una bruma misteriosa que envuelve el ambiente, haciendo que el Hechicero desaparezca sin que el Director, se diera cuenta. Pasados unos segundos entra en escena los 4º participantes. Son dos hombres, uno va vestido con un pantalón y una chaquetilla verde, y un jersey rojo, al igual que la extraña careta que lleva puesta que parece una llama de fuego, en la mano lleva una espada. El otro hombre, es un enano el cual va vestido de duende volador, su ropa es verde y marrón, y lleva unas pequeñísimas alas en la espalda además de un arco y flechas. En los pies lleva unos zapatos con muelles.)
-Director: Buenos días, señores. Acérquense al micrófono, y preséntense.
-Hombre Llama: Buenos días, señor. Yo me llamo Paco, y soy monitor de esgrima y él es Nacho, mi alumno más aventajado, de la escuela de esgrima del colegio “Pequeños  pero grandes personajes”, donde a personas como él, les enseñan: Cerámica, Manualidades, Informática, Cocina y entre otras materias la que doy yo que es esgrima.
Estamos aquí para presentarles el espectáculo que hemos estado practicando, el mismo que tenemos pensado dar en nuestra  fiesta de fin de curso.
-Director: Bien, podéis comenzar.
(El Duende se recoloca los zapatos saltarines, se posiciona con el arco en la mano y coge una flecha. El Hombre Llama sostiene en la mano la espada con firmeza.)
-Hombre Llama: ¿Estás listo?
-Duende VoladorSi, a la de tres. Uno, dos, tres.
(El Duende empieza a saltar para coger impulso, comienza a abalanzarse hacia el Hombre Llama, y este se abalanza empuñando la espada hacia él. Comienza la lucha: El Duende salta todo lo más alto que puede, y en su mayor altura lanza flechas al Hombre Llama, este las esquiva a una rapidez jamás nunca vista, de una forma increíble bate su espada la cual suelta una llamaretada de fuego y se quita las flechas de dos en dos. Pasado un rato con esta situación, el Duende suelta la lanza y saca de la funda donde guarda las flechas una daga. Se abalanza hacia su contrincante  y este lucha contra él en un espectáculo maravilloso lleno intriga  por saber quién será el vencedor. En todo esto el Hombre Llama con el movimiento de su espada ciega con el fuego al Duende y este cae al suelo. Cuando el Hombre Llama se acerca a él para ver en qué estado se encuentra, este que se hacía el muerto le asesta una cuchillada al Hombre Llama y cae de una forma funesta junto al cuerpo del enano.)
-Director: ¿Han terminado?
(El Hombre Llama y el Duende Volador se levantan del suelo)
-Hombre Llama: Si, esto ha sido todo. ¿Qué le ha parecido? ¿Le ha gustado?
-Director: A sido emocionante, pero no creo que sea un espectáculo apropiado para niños pequeños, tiene mucha violencia. Aquí queremos entretener, divertir y enseñar cosas buenas, no lucha. Su espectáculo es bueno, pero no es apropiado para el circo. Si me permiten darles un consejo, será mejor que se presenten a concursos relacionados con exhibiciones para adultos. Al resto les he dicho que esperen, pero a ustedes les digo de  antemano que se pueden ir.
-Hombre Llama: Está bien, nos iremos pero usted se lo pierde.
-Duende Volador: ¡Eso usted se la pierde! (Dice el enano enfurecido por el rechazo)
-Director: Ya le he explicado mi decisión. Cuando salgan, díganle al siguiente que pase.
(Salen de escena el Hombre Llama y el Duende Volador, y entra a escena el 5ª participante. Es una joven rumana, lleva un bodi y un tutu blanco, y unas zapatillas de ballet, en una mano lleva una radio y en la otra un aro transformador.)
-Director: Buenos días, acérquese al micrófono y preséntese.
-Bailarina: Buenos días, me llamo Lorena y tengo dieciocho años recién cumplidos, doy clases de baile desde los siete años, empecé en Rumania y cuando a los trece años llegué a España, pasado un tiempo las retomé. Actualmente estoy estudiando en la Universidad mi primer año de Artes escénicas. Como usted podrá imaginar voy a bailar.
-Director: Bien, puedes comenzar cuando quieras.
(La joven suelta la radio y el aro transformador en el suelo, luego enciende la radio y comienza a desarrollar unos movimientos elegantes, precisos y con un equilibrio espectacular. Gira sobre una sola pierna teniendo la otra levantada y flexionada. Luego salta con un pie y se posa en el suelo con el otro. A continuación  se sostiene sobre una pierna mientras extiende la otra hacia atrás. Posee un dominio cautivador y una flexibilidad increíble, que hace de su baile un espectáculo fascinante. Se dirige hacia el aro transformador en esto que cambia la música, mientras ella se introduce en el interior del aro, y aparece de repente vestida para la danza del vientre, con un sujetador y un pañuelo de monedas, lleva en la mano una lámpara mágica. A continuación la música cambia otra vez de ritmo,  y comienza a bailar, lleva la lámpara en la mano, le quita la tapa, mientras mueve las caderas, al son de la música comienza a salir una serpiente de la lámpara. Ésta, sale deslizándose por los brazos de la bailarina, mientras ella sigue con su baile, la serpiente recorre el cuerpo de la bailarina , brazo , pecho, caderas, brazo, mientras ella contonea sus caderas al son de la música, hasta que la serpiente se vuelve a meter en la lámpara, y la música llega a su fin.)
-Director: ¿Ya has terminado, no?
-Bailarina: Si, esta ha sido mi actuación, ¿Qué le ha parecido?¿Le ha gustado?
-Director: Tiene un dominio increíble de su cuerpo, cambiando del ballet a la danza del vientre, así como si nada, y lo que más me ha gustado ha sido la colaboración de la serpiente y como usted bailaba al son de la música, mientras ella recorría su cuerpo.
-Bailarina: Entonces, ¿Estoy contratada?
-Director: Te lo diré al final, al igual que a los demás. Puedes salir, y le dices al siguiente que pase.
(La bailarina sale de escena, y entra en escena el 6º participante, apenas puede andar. Su vestuario reproduce un árbol marchito y degradado, un traje muy bien elaborado, apenas se le distinguen los ojos entre el color pardo del vestuario.)
-Director: Buenos días, acérquese al micrófono y preséntese.
-Payaso: Hola, me llamo Francisco pero todos me llaman Pancho. Soy payaso de profesión. No me he vestido como todos los payasos, para dar un cambio y algo de peculiaridad al personaje, por eso he decidido vestirme así. He trabajado en otros circos y en fiestas de cumpleaños, pero ahora estoy en paro.
-Director: Bien, puede comenzar.
(El payaso se sitúa en el centro del circo.)
-Payaso: Que seco y marchito estoy, no tengo quien me riegue y me he quedado seco. Pobre de mí y de mi tronco, se me está arrugando el alma. Si vinera el hada del bosque le pediría tener un alma libre, sana y feliz.
(Entonces el payaso presiona el botón de una grabadora que tenia escondida, de la cual sale un hilo de voz lejano.)
-Hada: ¿Me has llamado, viejo árbol dolorido?
-Payaso: Estoy algo melancólico, porque estoy seco y mi alma se está arrugando cada día más.
-Hada: Yo, te ayudaré y daré la libertad que tu quieres para tu alma.
-Payaso: Muchas gracias por su ayuda hada del bosque, le estaré tremendamente agradecido, por siempre. Cada día me ahogo más en este hueco, seco y sombrío.
(La grabación termina con una ligera musiquilla la cual interpreta el milagro que sucederá. A continuación se abre el tronco por la mitad y sale un hombre vestido de blanco, con la cara pintada de colores y los pelos verdes.)
-Payaso: ¡Soy libre, por fin soy libre!
(El payaso contento de alegría salta y brinca. Está loco de contento, mete su mano en el bolsillo y saca unos globos, los cuales hincha uno tras otro, formando figuras distintas unas de otras, como hojas, flores, gotas de agua, animalillos del bosque. De repente  deja de inflar globos y comienza a hacer tonterías, salta , baila, tropieza para caerse y se levanta cayendo otra vez…)
-Director: ¡Basta! No saltes más.
-Payaso: Ya he terminado, señor. Por su forma de hablar supongo que no le ha gustado.
-Director: No es eso, es que estoy agotado de tantas pruebas.
-Payaso: Pronto podrá descansar. Yo soy el ultimo participante.
-Director: Entonces, salga fuera y dígale a los demás participantes que entren que voy a dictar mi veredicto.
(El payaso sale de escena, para llamar a todos los participantes. Entran todos los participantes unos detrás de otros. Y se sitúan frente al Director del Circo. Cuando el Director está con la palabra en la boca. Entra el Duende Volador en escena.)
-Duende Volador: ¡Corran, corran, que éste trae hambre!
(Entra en escena un león rugiendo con una furia desorbitada. )
-Director: ¡Maldito Duende! Me la pagaras, enano.
-La niña Azucena: ¡No temáis! Que yo lo domaré.
(Entonces la niña coge su violín y comienza a tocar una melodía suave y tierna que amansaría a la bestia más feroz. Y el león cae abatido del sueño en el suelo.)
-La niña Azucena: -¡Os salve! Acaso no es cierto ¿Que la música amansa a las fieras?, ¿Que no hay enemigo pequeño?, y algo no menos importante ¡Que  no hay circo sin enano!

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