Primera escena:
Se abre el telón y aparece una mujer de mediana edad que acaba de llegar a su casa, se sienta en el sofá, de pronto, del cuarto aparece la hija para hablar con su madre, que permanecerá de pie.
Hija: Mamá, mamá, el Zampabollos del cobrador ha vuelto a venir.
Madre: Y ¿Qué le has dicho?
Hija: Nada mamá, no me atreví a abrir. Me puse muy nerviosa, mi corazoncito latía a mil, la noche pasada tuve un sueño, bueno, una pesadilla, me moría sin que tú pagaras las trampas y como no tenemos dinero me quedaba sin enterrar y tu ibas con mi cuerpo de un lado para otro pidiendo limosna, empujando el ataúd, esto no puede seguir así. Él sabe que mi personalidad es débil, que no tengo voluntad, que soy capaz robar, sabe de mi enfermedad, y cuando salgo a la calle me sigue vestido de indio.
Madre: ¿Un indio de los que salen en las pelis de wéstern o un indio de la india?
Hija: Tú y tus tontadas, ¿Qué te preocupa más? ¿Qué el indio lleve plumas de gran jefe o que sea perseguida todo el día por un cobrador tuyo?
Madre: Perdona hija, ya sabes la poca imaginación que tengo y me es reacio pensar en
un señor disfrazado sin ser carnaval.
Hija: Pues ya ves, hoy en día, el que se pone en ridículo no es el cobrador que, por cuatro duros, digo euros, se disfraza, el que queda en evidencia es el seguido, o perseguida en este caso. Tú, te vas allá donde Rosita y le haces las tareas, le das un rato de compañía y luego cuando vienes si acaso has ganado veinte euros te lo gastas en mechas o en tonterías, y yo, no me atrevo a salir, llevo dos días sin ir al curso de quiromasajista, y ya sabes que no puedo faltar, que luego no me dan el título, porque lo que es practicar ya practico bastante con tu espalda que para lo poco que haces no sé cómo tienes esos nudos.
Madre: Ablando de eso, anda no te hagas de rogar y dame un masaje que tengo dolores de espalda.
Hija: Dolores los que tú me das de cabeza, ahora no puedo, voy a calentar la comida, anda, levántate y pon al menos la mesa.
Madre: Está bien, ya te ayudo.
Ambas salen de escena.
Segunda Escena:
Madre e hija sentadas a la mesa de la cocina están comenzando a comer cuando suena el timbre.
Hija: Ya va, ya va ¿Quién será a estas horas?
Madre: Calla, para que contestas, ¿Y si es de nuevo el zampabollos?
Hija: Que no mamá, ese hombre también tendrá que comer digo yo, voy a abrir, tu, quédate aquí.
La hija enérgica sale de escena, cuando regresa viene con ella el cobrador.
Madre: Hombre, que alegría de verte, ¿Qué haces por aquí?
Cobrador: Como si no lo supieras, vengo a cobrar todo lo que debes que no es poco, espera que te lo digo, lo que no es seguro, es que acabe antes de que se enfríen esas vistosas albóndigas.
Madre: ¿Quieres un platito? No tardo nada, abro una lata solo para ti, te la caliento en el microondas y veras que ricas, ¿A que en otros sitios no te tratan así?
Cobrador: Anda, ve y me las calientas, que total por las vueltas que he dado, que hoy no he almorzado todavía, no se puede hablar de deudas con la barriga vacía, después hacemos cuentas.
Hija: Eso mamá, tu invítalo a comer encima, para que mañana venga otra vez a la misma hora, y cuando se nos acaben las provisiones de los militares, ¿Qué mama? ¿Quién tiene que ir luego a por más?
Madre: Calla, hija, calla, no seas roñosa, y deja a este señor tan guapo comer tranquilo.
Hija: Mira, mejor me voy, si se queda con ganas que se coma mi plato, yo no lo he tocado y no vayas abrir más latas.
La hija sale de escena y deja a ambos solos en la cocina.
Cobrador: Estas albóndigas que ricas están, mejor que las que me hacía mi madre, ¿De qué supermercado as dicho que son? ¡Qué buenas!
Madre: Las trae la niña, no sé dónde queda, pero están bien abastecidos de todo, ¿Quieres melocotón en almíbar o unas chocolatinas energéticas?
Cobrador: Trae melocotón, que no lo he comido desde Nochebuena que fui a casa de mis tíos.
La mujer se levanta a por la lata y alguien llama contundentemente a la puerta, ambos
se miran y salen de escena.
Tercera escena:
Aparecen la madre y el cobrador en el salón, siguen llamando a la puerta.
Madre: ¿Quién es?
Militar: Abra, tenemos a su hija, somos la milicia del campo alto.
Cobrador: ¿Quién dice que son? ¿Qué tienen a su hija? ¿Qué a echo esa loca? No abra, que me escondo por si acaso.
Madre: ¡Cobarde! Levántese de ahí detrás, que el sofá no tapa todas sus carnes, ¿De dónde se cree que eran esas albóndigas?
Militar: ¡Abran ahora mismo!
Entran tres militares en escena.
Madre: Buenas tardes tengan ustedes, ¿Qué desean?
Militar: Buenas tardes las de usted y las de esta ladrona, que se están comiendo las conservas de la tropa, mi capitán nos ha puesto a régimen, hasta que apareciera el ladrón y ya lo tenemos, nos manda decirle que la próxima vez la encerraremos en el cuartelillo. Palabra de mi capitán. Por cierto, a ese indio no le deis fabada, que luego, huele que apesta.
Madre: Lo tendremos en cuenta, gracias, y disculpen. ¿De qué milicia dijo que eran?
Militar: Del campo alto.
Madre: Vale, gracias, ¿Y la del campo bajo dónde queda?
Hija: No le haga mucho caso señor, mi madre chochea, ya aprendí la lección, no se preocupe, que no les robaré más.
Todos: Adiós.
Los tres militares salen de escena.
Madre: Pero eres tonta, ¿Cómo te dejas coger?
Hija: Encima me echas la bronca, tú fuiste la que invitarse a este glotón a comer, se nos acababan las albóndigas.
Cobrador: Yo mejor me voy, ya vendré otro día a cobrar que esto está muy revuelto.
Hija: Si claro, ahora está revuelto, y las albóndigas ¿Como estaban? No contestes, ya te lo digo yo, para chumarse los dedos, pero llegamos a interrumpirlo cuando solo se había chumado dos de ellos. Anda, límpiese esa boca, y lárguese por donde ha venido.
Madre: Niña, no trates así a este pobre señor, que él no tiene la culpa de nada. Anda márchese, será mejor.
Cobrador: Adiós, mañana vendré.
Sale de escena el cobrador.
Hija: ¿As visto lo que ha dicho? Que vendrá mañana, éste o haces que te perdone la deuda, o te casas si quieres con él, pero yo, yo, me voy ahora mismo de casa, a ver si me quiere recibir la abuela.
La hija sale de escena
Madre: ¡Espérame, que me voy contigo al pueblo!
La madre sale escena también.
FIN
No hay comentarios:
Publicar un comentario